El último viernes del mes de junio, finalizamos el taller: “Cultivant la dona sàvia que soc: empoderant-nos”. Bien, la buena noticia es que finalizamos el curso 2016/17, porque con gran entusiasmo, seguimos el próximo curso 2017/18!!!
Esta última sesión recogió la ternura, amabilidad, respeto, asertividad, solidaridad, amistad, amor, tranquilidad…es decir, la dinámica que ha aflorado durante este año compartido de talleres, talleres creados para vosotras y como decimos siempre, como casi todo es bidireccional: talleres que creáis vosotras.
Eso fue lo que pasó en nuestro último viernes de la temporada. El objetivo era hacer una evaluación de lo vivido:
“En qué nos gustaría incidir más la próxima temporada? ¿Qué nos ha faltado y qué habéis experimentado novedoso? ¿Qué hemos aplicado a nuestra cotidianidad? ¿ha cambiado algo la relación con los nuestros seres significativos? ¿Cómo me valoro? ¿cómo me hablo a mí misma?”
Las respuestas surgieron cargadas de sincera ternura, de mostrarnos tal cual somos a las otras mujeres del grupo. Con lágrimas tristes y o nostálgicas, lágrimas echas de sentir la ausencia de nuestros seres queridos, prsonas amadas, que ya no están entre nosotras; lágrimas triunfales por sentirnos capaces de expresar deseos y sentimientos profundos; lágrimas alegres, que al momento se convierten en sonrisas, y al otro instante en risas frescas y sonoras…
Con el cuento “La Caixa dels petons” de M. Antonia Lavell, llenamos la caja de besos. Besos para todas, besos para el mundo, besos para la paz, besos llenos de amor…
Besos que se transformaron en caricias dulces de todas para todas. Fue muy hermoso escribir, en nuestras flamantes espaldas vestidas de los colores del cuento,
fue conmovedor escribir con sinceridad nuestro afecto con cada una de nosotras y fue encantador leerlo una por una…en ese momento las lágrimas eran de satisfacción y agradecimiento.
Agradecer, dar las gracias a la otra por estar, por ser como es, por su comprensión, por su escucha atenta, por hacerme sentir con su atenta escucha, que, aquello que digo merece la pena ser escuchado, por hacerme sentir válida y estimada.
Gracias chicas, simplemente gracias por encontrarnos y compartir des del corazón ese proceso que le llamamos empoderarnos, desde lo social, desde lo espiritual, desde la razón, desde sentir nuestra fuerza energética, nuestro cuerpo.
Gracias chicas, seguimos. El curso que viene: vela, campana y…cajita llena de dulces besos.
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